Según el Ministerio de del Poder Popular de Petróleo y Minería, el precio del barril de petróleo venezolano se ubica en USD 29,17 para la semana del 14 al 18 de diciembre. Cabe recordar que el presupuesto presentado por el Ministro de finanzas Marco Torres, proyecta un precio promedio para el 2016 de 40 USD/Barril.
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En primer lugar, la baja que ha presentado el mercado petrolero puede afectar en parte los ingresos presupuestados con los que cuenta el Ejecutivo Nacional para sus gastos ordinarios. Sin embargo, cabe destacar que el proyecto presentado se financia en un 78% vía impuestos, 8% por medio de endeudamiento y el 14% restante a través de los ingresos petroleros. Esta decisión implica un cargo tres veces mayor en impuestos comparado con el 2015, lo que se traduce en un impacto directo al consumo de todos los contribuyentes.
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La disminución paulatina del precio del barril, aunado al incremento sostenido de la inflación, pueden ocasionar déficit en cuanto al cumplimiento del gasto presupuestado, lo que implicaría posibles endeudamientos para poder sostener el gasto público. Cabe destacar en este punto, que el contraste entre el gasto presupuestado y el ejecutado han presentado en los últimos años grandes discrepancias. Es por ello que se espera una política caracterizada por la aprobación de créditos adicionales durante todo el 2016, aunque esta posibilidad puede verse reducida con la nueva Asamblea Nacional que comienza su período el 5 de enero.
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Si se siguen los lineamientos del presupuesto aprobado, las disminuciones del precio del barril sólo afectarían una parte de ese 14% de los ingresos previstos, sin contar con el efecto inflacionario, que será muy elevado. Vale recordar que el financiamiento sostenido y creciente que el BCV le ha otorgado a PDVSA desde el año 2010 así como la monetización del déficit fiscal, son los motivos del abrupto incremento de la masa monetaria y con ello del fenómeno inflacionario que nos agobia. Si los ingresos de PDVSA siguen disminuyendo, la dependencia del financiamiento será elevada.
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Recordemos que todo fenómeno inflacionario es resultado del aumento desproporcional de la cantidad de dinero en la economía que no se corresponde con el crecimiento del producto nacional. Un aumento del financiamiento del BCV a PDVSA se traduce en más dinero en circulación y con ello en la pérdida del poder adquisitivo de cada billete emitido.
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Con lo dicho anteriormente, la solución real a los problemas planteados no se encuentra en un aumento del precio del crudo, esto solo aumentaría la dependencia tradicional a la renta petrolera. La solución a nuestra dependencia está directamente relacionada con mejoras institucionales tales como el respeto y garantía del derecho de propiedad privada, independencia y disciplina por parte del BCV, una racionalización del gasto público y el cumplimiento de Leyes que contengan el poder de los gobiernos. Es necesario rescatar al sector privado, proporcionarle garantías e incentivos para invertir en el país y generar fuentes de trabajo, establecer un verdadero Estado de Derecho y darle a Venezuela mayores libertades económicas para que la dependencia petrolera y el Gobierno dejen de ser un problema.